Chema Gil: “La subida de precios ha disminuido la cifra de desperdicio alimentario”

  • CREDA ha compartido los resultados de la Cátedra UPC-Mercabarna después de tres años de diagnosis
  • El equipo ha desarrollado una serie de acciones de concienciación como la creación de tarjetas de ayuda para el triaje, la celebración de los premios Paco Muñoz y la elaboración de una biblioteca digital

28 de febrero de 2024

El Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA) ha presentado los resultados extraídos después de tres años de trabajo en la Cátedra UPC-Mercabarna, un proyecto que nació de la mano de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) por medio de la Escola d’Enginyeria Agroalimentària i Biosistemes de Barcelona (EEABB), conjuntamente con Mercabarna.

En la sesión organizada en el recinto del mercado catalán, Chema Gil, director de la cátedra y también de CREDA, y Djamel Rahmani, doctor en Análisis y Económico y Estrategia Empresarial e investigador en CREDA, han compartido la evolución de las cifras del desperdicio alimentario generado entre 2021 y 2023. Éstas se han recogido por medio de tres cuantificaciones anuales (en abril, julio y noviembre) con la colaboración de más de 70 voluntarios y voluntarias, generalmente estudiantes de EEABB, pero también personal de Mercabarna.

Según Gil, el hecho de que en los últimos años se haya registrado una ”subida de precios en los alimentos de casi el 20%, ha influido en la concienciación de los consumidores y consumidoras finales, pero también de todos los agentes del sector, de forma que ha disminuido el número de productos desechados y de residuos generados”.

Así, las principales causas de lanzamiento de alimentos en 2023 han sido: alimentos fuera de criterios comerciales como muy maduros o en mal estado (40,65%), excedente de oferta (26,9%) y errores de origen (19,45%). En comparación con el año 2021 ha habido un gran bajón del excedente de producto ofrecido, que era la principal causa de rechazo de alimentos con el 76,41% del total.

En cuanto a las cifras actuales, entre 2015 y 2023 el desperdicio alimentario ha descendido más de cinco puntos porcentuales, alcanzando una cifra de 0,06%, ya que el número de alimentos aprovechables no recuperados ha disminuido de 10.303 toneladas en 2015, a 1.174 en 2023. Según Rahmani, esto supone que “del residuo total generado, cada vez hay menos productos que sean aprovechables“.

Este hecho se debe, en gran parte, a “la bajada de la disposición a deshacerse rápidamente de alimentos”, pero también a “la implementación del centro de aprovechamiento alimentario Foodback, al uso de contenedores inteligentes y las campañas de concienciación lideradas por centros como Mercabarna”, que ha explicado, “influyen en la sensibilización de actores como los y las mayoristas“.

En el mismo mercado, la cátedra ha podido observar una disminución del desperdicio en el punto verde, en este caso “debido a la distancia que existe entre las empresas y el punto”, pero también a causa del “estado de los alimentos que llegan, ya que por lo general, son productos que han sido acumulados durante horas o incluso días“, ha asegurado el investigador.

Por contra, este hecho ha incrementado el rechazo alimenticio a los contenedores del mercado central de frutas y hortalizas. Rahmani destaca que “tienen un uso más frecuente” y, por tanto, “los alimentos que se tiran en estos depósitos tienen un mejor aspecto que los del punto verde“. Todo esto también depende de la época del año en la que se haga la cuantificación, “el producto rechazado en invierno o en primavera tiene un porcentaje de rechazo superior al de verano, principalmente, por las condiciones climáticas“, ha asegurado.

Para concluir, Gil ha presentado los diversos actos y acciones llevados a cabo para conseguir la colaboración e implicación de todos los agentes de la cadena, desde la creación de unas tarjetas para ayudar en los procesos de triaje y clasificación que lleva a cabo Foodback; hasta la promoción de buenas prácticas e iniciativas con los Premis Paco Muñoz; pasando por la elaboración de una biblioteca digital sobre el desperdicio alimentario.

El acto, que ha estado a cargo del equipo de Mercabarna, ha acogido a más de 80 personas asistentes, entre representantes de entidades colaboradoras con el desperdicio, empresas de alimentación y administraciones. Además, ha contado con la participación de Pablo Vilanova, director general de Mercabarna, Rosa Rollé, oficial superior de desarrollo empresarial de la FAO, Giulia Bizzo, asesora de políticas en sistemas alimenticios en la Comisión Europea, Ana Díaz, subdirectora general de calidad y sostenibilidad alimentaria en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Glòria Cugat, subdirectora de transferencia e innovación agroalimentaria de la dirección general de empresas agroalimentarias, calidad y gastronomía del DACC, y Xavier Fàbregues, director del EEABB.