CREDA
Es fácil imaginar que no se vive igual en la llanura que en la montaña, ni en la costa que en el interior. Pero lo que no es tan evidente es saber con exactitud qué actividades se llevan a cabo gracias a la propia geografía de la región y, aún menos, conocer como estas evolucionan con el tiempo y afectan al desarrollo (sostenible o no) y a la economía global.
Para conocer mejor la zona costera de Cataluña y entender la importancia de las actividades vinculadas al mar, hablamos con Martín Federico Alba; investigador de Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA) y especialista en economía azul, es decir, en todas las actividades económicas que tienen relación con el mar.
El doctor Alba nos explica que en 2018 en Cataluña se dieron una serie de circunstancias que impulsaron un proyecto pionero para dimensionar las actividades catalanas del mar. Por un lado, en ese momento se aprobaba la estrategia marítima catalana y uno de sus objetivos era conocer el peso económico de las actividades de este sector. Además, a nivel europeo, se había diseñado una metodología para dimensionar la economía azul y se había publicado el “Blue Economy Report” con los primeros datos de cada uno de los estados miembros de la Unión Europea.
CATALUÑA: UN CASO PIONERO
En este contexto tan propicio a sumar conocimiento sobre la economía azul, faltaba información a nivel regional. De hecho, “en ese momento no había ninguna estimación de los sectores catalanes vinculados al mar” explica Alba, remarcando que, además, en los estudios generales de economía, no se define este sector de forma detallada; “se tienen en cuenta solo algunas actividades muy evidentes, como la pesca, y se pasan por alto muchas otras como la construcción naval”.
En este contexto, CREDA empezó un estudio para dimensionar la economía azul de Cataluña y aportar, por primera vez, conocimiento específico en esta materia. La pregunta es, ¿cómo lo hicieron?
APLICAR LA METODOLOGÍA EUROPEA: UN PROCESO COMPLEJO
Alba nos explica que “habitualmente la estadística de sectores se hace delimitando las actividades utilizando una clasificación internacional, con el Código Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Estos códigos permiten realizar comparaciones internacionales sabiendo que las cifras de los diversos países utilizan el mismo criterio y, por lo tanto, se refieren a los mismos sectores”.
En este caso, el equipo de CREDA cogió la metodología que plantea el “Blue Economy Report” de la Unión Europea, dónde se establece una lista concreta de sectores que tienen relación con el mar. Esto que parece tan sencillo es un paso clave y necesario para poder empezar el estudio, “ya que si no delimitamos bien lo que es la economía azul y lo que no lo es, podríamos estar contando dos actividades como si fueran una”, menciona el especialista en economía azul.
Una vez los investigadores e investigadoras de CREDA tenían claro qué sectores necesitaban dimensionar, por ejemplo; recursos marinos vivos, actividades portuarias, transporte marítimo, etc., se dieron cuenta de que las fuentes de información públicas, es decir, de la información que cualquier persona puede consultar procedente de publicaciones del ministerio u organismos de desarrollo económico y social, no llegaban al nivel de detalle necesario que requiere la guía europea. Porque no existían datos específicos, por ejemplo, del turismo marítimo, que es aquel que tiene lugar a una cierta distancia del mar. Alba explica que «para llenar este vacío de información, empezamos una colaboración con el departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural y el Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT)«.
Así pues, la falta de información pública provocó que CREDA no solo dimensionara la economía del sector del mar, sino que también se convirtiera en un generador de contenido estadístico.
UNOS DATOS REVELADORES
El trabajo de extracción de información dio sus resultados y consiguieron los datos del volumen de cada sector, subsector y actividad en concreto que llega al detalle de, por ejemplo, “Transporte interurbano de pasajeros y pasajeras por ferrocarril, que es una actividad que forma parte del subsector Transporte y del sector Turismo marítimo”, el cual tiene un volumen de negocio total de 14.418,8 M€ y una ocupación de 168.400 personas.
Con esta información de todos los sectores que conforman la economía azul, el equipo de CREDA pudo aplicar la metodología de la Comisión Europea a nivel regional catalán. Las primeras estimaciones llegaron alrededor del 2019 y con aquellos primeros resultados CREDA ya logró un gran hito: el caso catalán fue publicado por el propio “Blue Economy Report” como muestra de un ejemplo regional. “Para nuestro equipo esto fue muy relevante; que nuestros referentes nos publicaran significaba que habíamos hecho un buen trabajo, un éxito rotundo” menciona el doctor Alba.
Desde aquellos primeros cálculos, CREDA ha seguido avanzando, concretando y ampliando la información a más sectores y variables, así como perfeccionando la metodología para ampliar el conocimiento de la economía azul. Algunos de los resultados muestran que los sectores económicos vinculados al mar de Cataluña son el 3,2% del Valor Añadido Bruto (VAB) total, que es el valor agregado generado por el conjunto de productores y productoras. Además, en lo que se refiere al volumen de negocio, los sectores marítimos tienen 5,4% de la producción total catalana. Estos sectores generan puestos de trabajo directos que representan un 5,5% del total de personas ocupadas en Cataluña.
Unos datos que, si los comparamos con las medias europeas, nos damos cuenta de su relevancia. Por ejemplo, en Italia la participación de los sectores de la economía azul es del 1,5% del VAB y en Francia y Alemania del 1% del VAB. Y es que, en su conjunto, los resultados posicionan a Cataluña como séptima economía con mayor peso marítimo de toda la UE, justo por debajo de Estonia y Dinamarca.
LAS REPERCUSIONES DEL ESTUDIO
Conocer la importancia que tienen las actividades relacionadas con el mar para la economía global puede tener implicaciones sociales y políticas que afecten al conjunto de la sociedad. Estudios como este sirven para decidir si es necesario potenciar, frenar o cambiar de dirección estratégica de cada una de las actividades del sector del mar y diseñar medidas políticas concretas.
Y es que los resultados del dimensionamiento de la economía azul nos ofrecen la posibilidad de saber si es sostenible la evolución de dichas actividades y, por lo tanto, poder pensar cuáles deben ser las actuaciones que hay que llevar a cabo para que el conjunto del sector sea resiliente y al mismo tiempo respetuoso con el medio ambiente.