Empieza la primavera: ¡hora de limpiar el organismo!

CREDA – Amèlia Sarroca

Llega la primavera y con ella el día largo, las temperaturas más cálidas, las ganas de estar el día fuera… nos reactivamos igual que lo hace la huerta y los fruteros, después del letargo invernal. Es un buen momento para desintoxicar el cuerpo y eliminar los excesos que hayamos podido tener durante el frío, con un alto consumo de carbohidratos, grasas y productos de origen animal. Aumentan las funciones de desintoxicación y limpieza del organismo.

Las hortalizas frutas que encontramos en esta época, son ricas en antioxidantes y otras vitaminas, que nos ayudan a coger el ritmo. Algunas tienen una temporada corta y ajustada, así que hay que tener claro el calendario (aunque es variable según el calor que toque, por lo tanto, guiaos por lo que veáis en las paradas de los mercados de payeses y payesas o mercados municipales).

Aun así, vale la pena aprovechar las últimas crucíferas (brócolis, coles de Bruselas o kale) que son ricas en glucosinolatos (valioso agente anticancerígeno, según varios estudios), dulces y que permiten múltiples preparaciones (al vapor, salteadas, en pudin, gratinadas…). Son los últimos meses de la alcachofa, con el calor, se irá cultivando con un interior menos tierno y, por lo tanto, menos aprovechable y de textura no tan buena, hay que aprovechar, ya que tocará esperar más de medio año para volver a encontrar, y son un buen inicio de desintoxicación, digestión de grasas (por lo tanto, ayudan a controlar el colesterol) y con un muy bajo contenido calórico y propiedades diuréticas.

Es la época de zanahoriascebollas dulces (aunque sí, las encontramos durante todo el año), y vale la pena aprovechar para hacerse unas buenas ensaladas. Quizás con una pequeña fermentación previa, tipo coleslaw, junto con los últimos apiosbulbos de hinojo de temporada de invierno que en abril costará encontrar. Si los podéis encontrar ecológicos, mucho mejor, ya que su contenido en enzimas siempre será muy superior y nos nutrirán la microbiota como ninguna medicina puede hacerlo.

Habasguisantestirabeques, son legumbres frescas, muy ricas en fibra y proteínas, y muy ligadas a la cultura catalana. Se hacen jornadas gastronómicas en el Maresme, pero vale la pena comprar en los mercados, desgranadas si nos da pereza o desgranarlas con la ayuda de niños y niñas. Cualquier actividad alrededor de la comida nos une y la hace más placentera una vez va a la boca. En este sentido, ir a buscar espárragos silvestres también es una actividad a compartir y de contacto con la naturaleza. Además, son muy ricos en fibra y diuréticos, muy buenos depuradores.

Dejamos atrás los jugosos cítricos del invierno, pero no por eso la fuente de vitamina C. Las deliciosas fresasson más ricas en vitamina C que las naranjas, 100 g de fresas (y cuando comemos una ración duele tener 150) tienen 60 mg de vitamina C, que es la dosis diaria recomendada. Las encontramos casi toda la primavera y sobre todo, ¡buscadlas de proximidad! En el Maresme y en el Baix Llobregat las podemos encontrar deliciosas.

A finales de abril empiezan los nísperos, ácidos y dulces, con mucho jugo y deliciosos, que pueden llegar hasta junio, pero que tienen una temporada muy breve. Son ricos en potasio y provitamina A, como su color nos indica. También por poco tiempo, entre mayo y junio, llegan las cerezas, preferidas de los pequeños y pequeñas y para mayores. Tienen muchas antocianinas (como la remolacha) que son antioxidantes de alto poder depurador. Después, ya en mayo, albaricoquesnectarinasmelocotones. Ricos en vitamina A (los de carne amarillo), en la zona del Ordal los encontramos deliciosos, y en el Baix Llobregat podemos encontrar bastantes melocotoneros entre plantaciones hortícolas. Sobre todo, recordad que la proximidad siempre es sinónimo de mejor saber y más respeto al planeta.

 

¿Pagamos un precio justo por todos estos productos?

La respuesta es cultivar frutas y hortalizas es muy costoso, la faena de los payeses y payesas requiere muchas horas y esfuerzo. Además, los fenómenos meteorológicos provocan pérdidas de hasta el 60% de producciones cuando hay heladas fuera de lugar, ventadas, granizadas… Cada eslabón nuevo de la cadena resulta de un incremento más del precio, desde cooperativas de agricultores y agricultoras a mercados centrales de frutas y verduras, centrales logísticas de los supermercados… Todas las entidades intermediarias tienen unos costes a cubrir y unos beneficios a generar con las ventas, así como un desperdicio alimentario que es vital prevenir pero que también cabe imputar.

¿Cuál es entonces la mejor manera de consumir? Lo he comentado al principio del artículo, de temporada. Un producto frescocosechado lo más recientemente posible y si puede ser comprado en parada de mercado de payeses y payesas, mejor. Pero la temporada es la clave. Si compráis una piña en mercados locales, no será de proximidad; si compráis tomates en febrero, no serán de proximidad; si compráis berenjenas en abril, no serán de proximidad; si coméis cerezas en marzo, no serán de proximidad.

Como digo, lo mejor es consumir productos de nuestro alrededor, de casa, que sean cultivados en la época adecuada. Pero como no todo el mundo debe estar al caso de cuál es la temporada de las distintas frutas y verduras, el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació nos facilita un calendario que seguro que os servirá. Además, así consumiréis los alimentos en su máximo esplendor de nutrientes, a la vez que garantizaréis un precio más justo para agricultores y agricultoras. Dicho esto, si seguís estos consejos, prevendréis las pérdidas y el desperdicio alimentarios derivados del exceso de oferta de producto de fuera, y vuestros sentidos os lo agradecerán.

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