- La Cátedra UPC-Mercabarna, junto a 15 voluntarios y voluntarias, ha llevado a cabo el recuento de las pérdidas de frutas y hortalizas dentro del mercado.
- Los resultados obtenidos han permitido clasificar la materia orgánica en ‘aprovechable para el consumo humano’ y ‘no aprovechable’.
El Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA) ha llevado a cabo la segunda cuantificación del desperdicio de frutas y hortalizas de Mercabarna de 2023. En el marco de la Cátedra UPC-Mercabarna, el centro de investigación ha contado con un total de 15 voluntarios y voluntarias, mayoritariamente estudiantes de grado de la Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y de Biosistemas de Barcelona de la UPC (EEABB).
El proceso de cuantificación se basa en contar y medir las observaciones y acciones que se han llevado a cabo dentro del mercado catalán para así poder expresar numéricamente la magnitud de sus efectos. En este caso, el equipo de estudiantes y profesionales cuantificó las pérdidas de frutas y hortalizas a mediados del mes de julio.
Una vez expresadas las magnitudes del desperdicio de estos productos, el personal responsable puede pasar a determinar el potencial de recuperación de frutas y hortalizas que tiene Mercabarna, haciendo una clasificación de la materia orgánica que es descartada por los y las mayoristas de la Unidad Alimentaria en dos categorías: aprovechable para el consumo humano y no aprovechable.
Inicios de la Cátedra
La Cátedra UPC-Mercabarna fue creada como herramienta de colaboración entre universidad y mercado en 2020. Nació con el objetivo de estudiar y diagnosticar la situación y las causas del desperdicio alimentario en Cataluña. Así, la Cátedra analiza aspectos como el derroche en la distribución mayorista y minorista de la cadena agroalimentaria, o el uso de herramientas innovadoras y sostenibles que reduzcan los excedentes y el aprovechamiento alimentario.
La Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y Biosistemas de Barcelona (EEABB) es la encargada de gestionar el correcto funcionamiento de este proyecto, que une empresa y universidad por medio del CREDA. Las principales tareas de la Cátedra son: diagnosis, caracterización y cuantificación del desperdicio alimentario.
Uno de los beneficios de esta colaboración es la introducción de alumnos y alumnas y potenciales profesionales en el mundo laboral, ya que permite formarles en las áreas de trabajo e investigación relacionadas con su objetivo final.
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