Bouali Guesmi, doctor en Economía Agraria, y Mahdieh Khezrinejadgharaei, doctoranda en Sostenibilidad
Muchas veces cuesta encontrar la definición de un término tan amplio y ambiguo como es la sostenibilidad. Entendemos a qué puede referirse, pero no encontramos las palabras para explicarlo. En CREDA contamos con un equipo experto en el ámbito que lleva años estudiando la aplicación y adaptación de la sostenibilidad al sector agrícola catalán.
Bouali Guesmi, doctor en Economía Agraria e investigador en nuestro centro, mira hacia la sostenibilidad con la idea de “encontrar un equilibrio armonioso entre la protección del medio ambiente, la equidad social y el desarrollo económico”, siempre con el objetivo común de «garantizar una mejor calidad de vida para las generaciones presentes y futuras«.
Todo lo que engloba la sostenibilidad
Para conseguir los retos establecidos en el marco de la sostenibilidad, es necesario actuar por medio de tres pilares básicos: (1) el ambiental, que busca preservar y proteger los recursos naturales, los ecosistemas y la biodiversidad; (2) el social, para garantizar el mantenimiento y mejora de los derechos humanos, la justicia social y la calidad de vida por todos; y (3) el económico, que pretende establecer una economía próspera para soportar el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
Así, el conjunto de los tres «conforma la consecución de la sostenibilidad dentro de toda sociedad«, asegura Mahdieh Khezrinejadgharaei, doctoranda en Sostenibilidad e investigadora en el CREDA. Además, explica cómo dentro de cada campo también se encuentran dos índices diferentes, «los individuales, que miden la información de entrada y salida para cada agente económico, y los de benchmarking que definen las fronteras de todas las explotaciones«.
Cómo hacer de la agricultura un sistema sostenible
Como aseguran Guesmi y Khezrinejadgharaei, todos los sectores que pretendan ser sostenibles deben conseguirlo en los tres ámbitos. Por eso, los expertos y las expertas buscan hacer del sector agrícola un sistema sostenible por medio de “la integración de principios y prácticas específicas de los procesos de producción”, explica la doctora que destaca como por medio de éstas, “se pretende mejorar el bienestar de las comunidades agrícolas actuales y futuras”.
Las prácticas sostenibles son necesarias para conseguir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el sector agrícola, desde técnicas para garantizar la salud del suelo y la buena gestión del agua, hasta métodos que permitan conservar la biodiversidad, así como hacer un uso eficiente de la energía. «Algunas prácticas que se pueden llevar a cabo dentro de estos ámbitos son la rotación de cultivos, la recogida de agua de lluvia, la reducción del uso de pesticidas o la adopción de fuentes de energía renovables«, asegura Guesmi.
Sin embargo, el investigador remarca que el principal problema es que según la literatura «hay alrededor de 90 posibles indicadores que se podrían utilizar para el análisis sostenible«, lo que implica una delimitación previa que establezca un marco metodológico específico por cada caso.
La adaptación de cada proyecto
‘Indicadors per avaluar la sostenibilitat de les explotacions agràries de Catalunya’ es un proyecto de consultoría del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de Catalunya (DACC) donde Guesmi y Khezrinejadgharaei participan en representación del CREDA, junto a José M. Gil, director del centro. Esta iniciativa nace como herramienta de evaluación del sector catalán de los cereales, con el objetivo de extenderse a otras orientaciones agrícolas y ganaderas.
Para llevar a cabo su estudio, el equipo del CREDA hizo una delimitación por medio de dos bases de datos principales: la Xarxa Comptable Agrària de Catalunya (XCAC) y la Red Contable Agraria Nacional (RECAN). De esta forma, el doctor asegura que «se han utilizado un total de 36 indicadores económicos, 18 ambientales y 11 sociales«.
En este caso, el pilar económico requiere un mayor número de índices de estudio “pues existe una gran relación entre la eficiencia económica y el desarrollo sostenible”, explica Khezrinejadgharaei que destaca como una economía sólida “puede generar los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de todas las generaciones”.
El futuro de la sostenibilidad en los sectores primarios
Aparte de garantizar unos buenos niveles de sostenibilidad en el ámbito catalán, con el estudio del sector de los cereales el DACC pretende validar y ampliar el enfoque a otras especializaciones, tanto de cultivo como de ganadería.
Sin embargo, de cara a realizar futuros estudios Guesmi reconoce que hay que tener en cuenta el tamaño de la muestra económica, “ya que cuanto mayor sea, más aumentará el índice de sostenibilidad”. Este hecho implica que para analizar pequeñas explotaciones es necesario “ir más al por menor para llegar a ser más sostenibles a nivel mundial”.
Además, los expertos y expertas remarcan que existen varios indicadores fuera del alcance humano que afectan a los estudios. “El cambio climático tiene efectos negativos más significativos en ausencia de adaptación sostenible”, explica Khezrinejadgharaei que destaca los intentos de considerar la innovación como un componente de la sostenibilidad, “pues puede abrir el camino hacia un futuro más equitativo, próspero y resiliente para las generaciones futuras”.